domingo, 25 de diciembre de 2011

Un instante sobre el mapa.

La vi pasar haciendo equilibrios sobre dos agujas puntiagudas de 9 cm que hacían a esas piernas tan largas pedir a gritos que treparas por ellas porque de pequeñas les habían contando un cuento sobre un niño que plantaba unas habas, y trepando,  conseguía llegar al cielo. Y permitidme decir que el cielo, si es que existe, estaba sin duda al final de esas piernas.
Inconscientemente mis ojos se pegaron a  su culo. Ella, me los arrancó de golpe cuando se giró y me habló, y me clavó los suyos, húmedos.
Podía haberse dirigido a cualquier otro, había gente más a mano,  pero qué se yo, al fin y al cabo, eran sus manos.
Quizá lo hizo porque le parecí la mejor opción para resolver su duda sobre no se qué de un andén de metro y como encontrar un hotel. Quizá lo hizo porque le parecí la mejor opción para resolver su noche, ya que era uno de esos hoteles en que te ponen la cama y así te la apañes.
La  desnude en mi cabeza mientras ella seguía hablando de que coger un taxi iba a ser lo mejor, pero  que nunca se sabe. Imagine como se serían y donde estarían las perfectas imperfecciones de su piel, y  esos labios carmín cuando  se callaban de una puta vez y pasaban a la acción. Pensé en ese pelo, suelto sobre la cama, liberado de ese recogido sacado de un anuncio de TV de otra colonia francesa de esas que te ponen el mundo a los pies, o eso dicen. Ella comento algo de dar un rodeo, que se tarda más pero es más seguro porque a esas horas quien sabe quién habrá por ahí. Yo en cambio pensé, en ser yo quien la rodera con mis brazos y no la soltara nunca, o por lo menos no hasta mañana. Terminó su retahíla de gilipolleces, se quedo mirándome inquisitiva, esperando una respuesta y sonrió juguetona cuando sus ojos se dieron cuenta de que los míos examinaban ahora sus pies, más allá de sus sandalias. Creo que pensó que la miraba las tetas, en cualquier caso, supo que la miraba, y eso es lo que cuenta
Lo siento, no soy de aquí. Contesté intentando mantener mi voz lo más firme posible. Y es que los hombres solo podemos tener una cosa firme al mismo tiempo, y esta vez la voz tenía todas las de perder.
Aquella noche, lo hicimos en la alfombra.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

No me hables de guerra sino sabes lo que es.

No entiendo la guerra cuando dos países se enfrentan y acaban con millones de vidas por unos litros de esa mierda negra que parece que vale tanto. No entiendo la guerra cuando los niños tienen que disparar a sus padres, para salvar su propia vida.Y joder, no la entiendo cuando veo en los telediarios miles de personas con miembros amputados apartados de sus hogares, de su tierra.  

Pero cuando mis dedos no desean nada mas que tu calor, tu humedad. Y mi lengua sueña con la tuya, y mis labios con abrazar tus labios, todos tus labios. En ese instante en que casi toda mi sangre se junta, para formar una flecha que te apunte a ti, solo a ti, y en el cerebro me queda la justa para recordar que es ahora o nunca. Cuando te veo, y te miro de Esa forma, y me doy cuenta de que no estamos solos, de que él está allí y también te mira de ese modo, de que tu estás a punto de decidirte entre uno de los dos para que sea el dueño de la noche, de tu noche.  
Entonces si entiendo la guerra, y esta vez, no pienso perderla.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Slash en un Zippo. Freddie en una cama. Un canuto de notas que te manda a un universo lateral lleno de orgasmos musicales.Silbidos que te hacen recordar que esta vida puede ser tu tumba, tu panteón, tu pedestal e incluso tu pista de lanzamiento hacia otro pentagrama.




Tirado en el suelo de su habitación podrás dar el salto más alto que nunca ha dado. Nadie.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Puedo llegar a ser asqueroso. No me dejéis.

Esa horrible manía que tenemos de estar limpios me acabará llevando al suicidio. Limpios por fuera e intentamos incluso estar limpios por dentro, cosa que se me hace rara teniendo en cuenta que por dentro soy todo vísceras y cosas asquerosas...
Nos resulta asqueroso oler a sudor, comida o algún otro olor cotidiano, que cuando se nos pega al cuerpo decimos "malo". Si no te duchas una vez al día te encontrarás unas criticas incluso más destructivas que tu olor. Cuando acabamos de defecar, nos tenemos que limpiar. Joder, ¿estamos tontos? en serio, ¿nadie ha hecho una plataforma en contra de eso? si me dices lavarme las manos puedo entenderlo por lo higienico, por respeto a los demás... porque no cuesta nada. Pero hay días que limpiar nuestros bajos fondos cuesta más que adecentar una escombrera. ¿En serio a alguien le va a interesar cómo ando por ahí abajo? Si alguien tiene complejo de perro y tiene pensado saludarme de manera alternativa, se llevará una sorpresa, lo admito, pero estará acorde con la que me llevaré yo y los que estan a mi alrededor.
No puedo negar tampoco que soy el primero en sentirme incomodo cuando noto cualquier pequeño fallo en mi aspecto, pero si todos lo hiciesemos igual, prometo que sería el más amigo de los cerdos, todo es cosa del "qué dirán", de la "autoconfianza" y bla bla bla, pero una vez pensado... me cago en todo eso, y sin limpiarme, que es más cómodo. Si alguien contase el tiempo que perdemos en todo eso... no me daría la razón porque no le dejaría acercarse a mi con ese pestazo, pero lo intentaría.

Preguntas


El ilustre filósofo llevaba toda la tarde del domingo absorto en sus pensamientos. Cuando su esposa le preguntó que qué le ocurría, él contesto que tenía una pregunta dandole vueltas a la cabeza.                                                                                                                                                                   
--¿De qué se trata? Pregunto ella.   
-¿Qué es el amor?                                                                                               
-A veces las respuestas están mas cerca de lo que uno cree cariño. Le contesto su mujer sonriendo mientras se desabrochaba el botón de su pantalón vaquero.

Cosmos

El honorable catedratico de la Universidad de ciencias llegó a las coordenadas deseadas y con un giro de muñeca posicionó la llave de su automovil de forma que detuvo la combustión del motor.
Bajó del coche, caminó hasta su portal, y subió los 42 peldaños de 31 centimetros que le separaban de la cota que, todas las tardes lectivas, alcanzaba, más o menos, a esa hora.
Llegó a la habitación justo en el momento en que, a causa de la inclinación terrestre, los rayos del Sol habían dejado de incidir sobre esa zona del planeta. Cuando entró, ella ya le esperaba tumbada en la cama y él con una simple resta redujo el número de sus ropas a 0. Colocó el telescopio en la dirección adecuada, la miró a ella y vio que, efectivamente, el Universo estaba en continua expansión.
Después praticaron formulación, colocaron sus cuerpos en el ángulo adecuado, y alcanzaron el equlibrio térmico mientras unos cuantos millones de feromonas les hicieron sentir el amor.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

De principes y princesas

Hace un tiempo, demasiado para recordar las palabras exactas, demasiado poco para haberme olvidado de ello, me contaron una historia. Era sobre un príncipe. Me la contó un rey.
No recuerdo donde vivía, quizá en un reino encantado, quizá en un paraíso, en un ghetto o en el Upper East Side de Manhattan. No es importante para poder explicar que estaba enamorado. Su princesa era la más bella que había existido en toda la eternidad, y que existirá. Su princesa era la mente más ingeniosa y perfecta que una madre había podido traer al mundo en toda la eternidad, y que podrá. Su princesa era un puta. No ejercía la profesión, es más, sólo el principe lo pensaba, para el resto del mundo era la perfección encarnado en un pequeño cuerpo que servía de Diana para todas las virtudes, pero era una puta.
 La princesa no amaba al principe, no lo amaría. No lo quería, no lo querría. No le haría más feliz de lo que puede durar una sonrisa seguida de un puñetazo en el orgullo, o en la boca del estómago, que es lo mismo.

Al príncipe le habían enseñado que sólo se muere una vez, pero él ya iba por la vigesimo cuarta. Cuanto más pasaba el tiempo, con más facilidad moría. Un brillo de ojos, un esbozo de sonrisa, un retazo suelto del perfecto aroma que desprendía aquel perfecto pelo, acababan con su corazón su respiración y sus pulmones.

Al principe también le habían enseñado que todas las historias de príncipes y princesas acaban bien. Siempre soñaba con que estaba muriendo por última vez, un día cualquiera, quizá un 24 de Marzo, y su princesa se daba cuenta de su amor, lo salvaba, lo rescataba de sus lágrimas y a partir de ese momento las convertía en sonrisas.

Lo que al príncipe aún no le habían enseñado es que se debe aprender de los errores. Y que no todo lo que te enseñan es cierto, ni lo que no aprendes se debe olvidar. Por primera vez, un 24 de Marzo, se suicidó en vez de dejarse morir. Y por última vez, sintió el amor. O el dolor.

Murió solo, un 30 de Octubre, mientras aprendía que muerto no podía sentir el amor de su princesa.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Terríblemente bello

La llamada rompió el silencio en medio de la noche y la voz que tembló al transmitir su mensaje desde el otro lado de la linea rompió todo lo demás.
Rompió los sueños, las ilusiones y todos los instantes bonitos que probablemente hubieran pasado juntos si aquel choque frontal no se hubiera producido. Un choque por un motivo, o por otro que mas da, la cuestión es que él ya no estaba, y que ella, estaba sola.
Despues de aquello solo le apetecía dormir, asi que se tomó dos botes de somnifero, mientras pensaba en Melibea saltando desde la torre del palacio, y en Julieta, apuñalando su corazón sobre el inerte cuerpo de su amado. Y se durmió, se durmió tanto tiempo que se perdió el novio de la facultad, y la noche de graduación, cuando conocería a aquel negrito, tan simpático, que le hubiera echado el mejor polvo de su vida, Se perdió conocer al que sería  su marido, y el parto de su primer y de su segundo hijo, y el de la tercera, su pequeña. Y se perdió cuando le publicaron el libro que nunca escribió, y aquellas maravillosas vacaciones en un pequeño pueblecito de Portugal, y a sus nietos.. Se perdió todo eso consciente de que se lo perdía, lo sabía mientras tragaba, una a una, aquellas pastillas que la dormirian para siempre, y aún así lo hizo, lo hizo por amor.
Para mi, es casi la muerte mas bonita del mundo, es estúpida, es una locura, es muy triste que una chica tan joven se quiete la vida por la muerte de su adolescente compañero. Sin embargo, y llamenme loco si quieren, es terríblemente bello.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Too much for me

Desperté y supe que todo había sido un sueño, que en realidad no había pasado la noche con ella, que ni siquiera la conocía. Sin embargo, había parecido tan real,que no pararía hasta conseguir que aquel sueño se hiciese realidad, hasta que pudiese sentir el calor y la pasión que las sabanas de mis fantasias habían presenciado esa noche. Y quería sentir de nuevo su calor, su humedad, sus manos bajando por mi pecho hasta desenterrar toda mi furia, y las mias, subiendo por sus piernas hasta el infinito.

Lo que no supe al despertar es que ella hacía tiempo que estaba en mi cocina, con mi camisa mal abrochada y sus braguitas, y que mientras yo trazaba un plan para conocerla, enamorarla y dejarla ocupar por una o dos noche el lado izquierdo de mi cama, ella preparaba café para dos, como a mi gustaba. Para mas tarde llevarlo al dormitorio, y dejar que el primer rayo de sol nos acompañase en el último acto de  la obra que aquella noche habiamos representado. Que te jodan Shakespeare, pero no llegaste a tanto.

The dreams can happen, if you learn to see the reality.

jueves, 20 de octubre de 2011

Waitting


Hoy uno de esos dias en que todo es una puta mierda y tienes los ojos cuadrados de mirar la pantalla del ordenador esperando a que Ella se conecte. Si lo hiciese, reunirías todas tus fuerzas para un "hola, ¿qué tal?", para que Ella te contestase,"bin y tu?" y así, acostarte contento, porque habrías conseguido hablarle, y desplazar tu mano hacía abajo hasta que se perdiese en las profundidades de la colcha mientras tu sueñas despierto. Pero hoy ni siquiera eso ocurrirá.
Sales a la calle con la esperanza de encontrarte con Ella, solo por verla, vas dando vueltas, y aunque tu cabeza sabe que lo estas haciendo es una estupidez, tu corazón dice que continúes. Finalmente tus huevos rompen el empate y sigues caminando. Te cruzas con la gente y todos van en grupos, ríen, se lo pasan bien, ¿a caso eres el único enamorado en todo el mundo?. Incluso te cruzas con parejas que besan, es demasiado, la vida se ríe de ti.
 Pasas por delante de una residencia donde ves al "Viejo de la ventana", siempre con la cara pegada al cristal. Las auxiliares del geriátrico dicen que él esta muy interesado por la climatología, no saben nada. El viejo está ahí esperando a esa señora que pasa todos los días laborales por delante del  ventanal cuando va a trabajar. Soñando con que algún día a ella le de por girar la cabeza y mirarle fijamente durante unos instantes, incluso sonreír, y después continuar andando. Entonces, el viejo, dibujará por un instante una sonrisa en su cara y después morirá. Al día siguiente,cuando la cincuentona vaya a trabajar habrá una mirada menos en su culo(y basta de protocolos, a todos nos gusta que nos miren el culo).
Y tu, derrotado, vuelves a tu casa y sigues esperando-igual que el viejo esperara-a que Ella un día se decida, y te deje amarla, o tal vez antes de eso se te quite del estomago esa increíble y placentera sensación que te está jodiendo la vida. Hasta entonces enciendes un cigarro, te lo cuelgas de los labios y esperas a  que se consuma.

sábado, 15 de octubre de 2011

The River

We'd go down to the river
and into the river we'd dive.
Oh down the river we'd ride...

Como fluye una mirada hasta un brillo de ojos. Y un brillo de ojos hasta una sonrisa. Y una sonrisa en un roce, un sonrojo o un apartar la mirada. Y después una cena, o una cama, o una iglesia o una playa, y una boda y partidas de cartas en el porche de una casa sentados en mecedoras recordando tiempos jóvenes.

Como fluye una mirada hasta un pestañeo. Y un pestañeo hasta una mueca de desprecio. Y una mueca de desprecio en escupir al suelo, o a la cara. Y después una patada, o una paliza, o una cara de terror, o una pelea de bandas, o de países por ver quién manda o quién es superior o cuál es el color y al final dolor.

Como fluye la vida y la no vida. El incienso que se acaba, consumido por su llama. Un vinilo que girando se desprende de la aguja que desgarra, que desgarra el sonido de sus curvas y su alma. Una lata de cerveza que se aplasta, y su sangre amarilla deja mancha en una acera de un barrio donde nunca pasa nada.

Y no sigue, pero todo rio llega al mar. Y de alli a su montaña, pero durante el camino   vive.

Down to the river
my baby and I.
Oh down to the river we ride

sábado, 8 de octubre de 2011

JUMP, SCREAM, SPIN, DANCE, LOOK AT THE BIRDS FALLING WITH YOU, SING SONGS OF FREEDOM, FEEL THE AIR IN YOUR FUCKING PURPLE HAIR, LET YOUR BLOOD FORGET THE GRAVITY LAWS... after all that, enter in the water becoming one more in our world of water and stars.
                                
                       The fish are smiling, still there are hope                           
                        

jueves, 6 de octubre de 2011

Deep deep under water

En un intendo de nadar hacia arriba, respirar y saludar, limítome en decir que aquí abajo, en las profundidades de estas aguas, busco un lugar donde intentar desintoxicaros e intoxicarme de todo aquello que está alli arriba, lejos, en la superficie y puede estropear un poco la obra de arte que todos llevamos dentro.

Porque los estereotipos, las malas cotrumbres, el ego, las malas épocas, flotan. Tendrás un problema con lo de respirar, pero nadie dijo que fuese facil acostumbrarse al cambio, intenta no tragar sal ni peces y por supuesto, ven con ropa seca.